El espacio de coworking, como muchos otros sectores, ha cambiado mucho tras la crisis sanitaria. Muchos CEO de espacios de alquiler de renombre, han apostado por reformar sus instalaciones e inaugurar un espacio de coliving en el que además de tener un ambiente de trabajo y de creatividad, se puede vivir allí.

Antes, la línea de negocio consistía en alquilar un puesto en el que poder trabajar con mesa y WIFI sin costo adicional, y hoy el alquiler de coworking se utiliza como salas de formación o sala de juntas con los espacios in-streaming y videoconferencias.

La posibilidad de tener un equipo de trabajo en una sala cumpliendo con todas las medidas de higiene y distanciamiento social, como así también, el tener contacto con quienes no se encuentran en la misma ciudad, están padeciendo alguna enfermedad o simplemente no pueden asistir de forma presencial, da vida a los espacios de coworking y hace a la economía colaborativa. Los precios de las salas mensual, conviven con los precios de los alquileres por hora o por días, lo que permite a las empresas tener un lugar de trabajo por bajo costo.

Por otro lado, es importante destacar, el networking que se genera y se generó con el covid19 con este nuevo modelo: muchos espacios de coworking lo que hacen es organizar una reunión, encuentro mensual o bimestral con todas las empresas, para darle respuesta a aquellos problemas que aquejan tanto a una start-up como a una mediana o gran empresa. Esto, es una forma de intercambiar ideas, soluciones y poder generar algún tipo de sinergia.